Acerca del cuidado de los diamantes

Cómo cuidar los diamantes

Ya sea que tenga un diamante cultivado en laboratorio o natural, el cuidado adecuado es esencial para conservar su brillo y belleza durante años. Ambos tipos de diamantes comparten las mismas propiedades físicas, por lo que las instrucciones de cuidado son prácticamente idénticas. A continuación, le explicamos cómo mantener su diamante tan espectacular como el primer día:

1. Limpieza regular:

  • Por qué es importante: Los diamantes pueden atraer aceites, lociones y suciedad cotidiana, lo que puede opacar su brillo con el tiempo. Una limpieza regular mantiene su diamante en óptimas condiciones.
  • Cómo limpiar:
    • Mezcle agua tibia con unas gotas de jabón lavavajillas suave.
    • Remoje sus joyas de diamantes durante unos 20 a 30 minutos.
    • Frote suavemente con un cepillo de dientes de cerdas suaves, prestando especial atención a la zona donde se puede acumular la suciedad.
    • Enjuague bien con agua limpia y seque con un paño que no deje pelusa.
  • Limpieza profesional: Para una limpieza profunda, considere llevar su diamante a un profesional una o dos veces al año. Los joyeros cuentan con limpiadores ultrasónicos que pueden eliminar los residuos difíciles.

2. Almacenamiento seguro:

  • Almacenamiento individual: Guarde sus joyas de diamantes por separado para evitar rayar otras piezas. Use un joyero con forro suave o bolsas individuales para mantenerlas seguras.
  • Evite los productos químicos: Los diamantes son resistentes, pero los productos químicos agresivos pueden dañar los engastes metálicos o disminuir su brillo. Mantenga sus joyas alejadas de la lejía, el cloro y otros productos de limpieza.

3. Inspecciones periódicas:

  • Por qué es importante: Con el tiempo, las puntas o engastes que sujetan el diamante pueden aflojarse, lo que aumenta el riesgo de perder la piedra.
  • Cómo inspeccionar:
    • Revise periódicamente si hay signos visibles de desgaste, como puntas sueltas o metal doblado.
    • Si nota algún problema, lleve sus joyas a un joyero profesional para que las inspeccione y repare.

4. Protección contra daños físicos:

  • Quíteselo durante las actividades: para evitar daños accidentales, quítese las joyas de diamantes antes de realizar actividades que puedan exponerlas a impactos fuertes, como jardinería, deportes o levantar objetos pesados.
  • Evite el calor y la presión: Aunque los diamantes son duraderos, el calor o la presión extremos pueden dañarlos, especialmente el engaste. Mantenga sus diamantes alejados de fuentes de calor intenso y evite usarlos en situaciones donde puedan estar sometidos a una presión considerable.

5. Conserva el brillo:

  • Pulido: Con el tiempo, incluso las superficies más duras pueden mostrar signos de desgaste. Un pulido profesional puede restaurar el brillo original y eliminar pequeños arañazos del metal.
  • Evite tocarlo con frecuencia: Los aceites naturales de su piel pueden transferirse al diamante, disminuyendo su brillo. Intente manipular sus joyas de diamantes por los bordes en lugar de tocar la piedra directamente.

6. Seguro y protección:

  • ¿Por qué asegurarlo? Ya sea cultivado en laboratorio o natural, su diamante es valioso. Asegúrese de que esté debidamente asegurado para protegerlo contra pérdida, robo o daños.
  • Tasaciones: Haga tasar periódicamente sus joyas de diamantes para asegurarse de que su cobertura de seguro refleje su valor actual.

7. Consideraciones específicas sobre cultivos de laboratorio:

  • Tratamientos térmicos: Si bien tanto los diamantes cultivados en laboratorio como los naturales pueden someterse a tratamientos para mejorar el color o la claridad, los diamantes cultivados en laboratorio pueden ser más susceptibles a ciertos tipos de tratamientos térmicos. Informe siempre a su joyero si su diamante es cultivado en laboratorio al solicitar reparaciones o modificaciones.
Con estos consejos de cuidado, su diamante, ya sea natural o cultivado en laboratorio, seguirá brillando con esplendor, simbolizando sus momentos más preciados para toda la vida. Recuerde que el mantenimiento y el cuidado regulares son clave para preservar la belleza e integridad de sus joyas de diamantes.