Piedras preciosas y metales que favorecen el tono de tu piel

Todos siempre queremos lucir lo mejor posible. Siempre queremos usar lo que nos queda mejor, según nuestra forma corporal, nuestra altura, nuestro color de piel y nuestro cabello. Las joyas no son la excepción: cuando se trata de una pieza especial que usarás a menudo, quieres que te quede bien. Recuerdo cuando mi prima pelirroja vino a mí hace unos meses y quería comprar un anillo más caro. Quería asegurarse de que el metal usado favoreciera su piel clara y su cabello pelirrojo, y que la piedra preciosa le quedara bien. Todos deberíamos pensar en esto, especialmente para una pieza de novia o una pieza especial que usarás durante muchos años. Es muy importante recordar que el tono de tu piel está relacionado con tu genética, no con tu entorno: es posible tener una piel más oscura con un tono frío o viceversa.

Tonos de piel fríos

Si tienes subtonos rosados o rojos en la piel y las venas de la parte inferior del brazo o la muñeca se ven azules con la luz natural, tienes un tono de piel frío. Las piedras preciosas de colores brillantes lucen mejor en personas con tonos de piel fríos. Las piedras rojas, verdes, azules, moradas y rosas son las que mejor les quedan a este tipo de piel. Las mejores opciones de piedras preciosas incluyen rubíes, granates, esmeraldas, zafiros, tanzanitas, topacios o amatistas.

En cuanto a los metales que usas en tus joyas, si tienes tonos de piel fríos, debes optar por el blanco o el plateado. Algunos de los mejores metales blancos o plateados son el oro blanco, la plata, el platino, el acero inoxidable y el titanio. Si tienes tonos de piel fríos, busca joyas que no tengan amarillo. Esto hará que tu piel se vea pálida, poco saludable y poco atractiva.

Tonos de piel cálidos

Si tienes subtonos amarillos o dorados en la piel y las venas de la parte inferior del brazo o la muñeca se ven más verdes con la luz natural, tienes un tono de piel cálido. Las piedras preciosas de color terroso o natural se ven mejor en pieles cálidas. Algunos de estos colores son el naranja, el amarillo, el turquesa, el canela y el marrón. Entre las piedras preciosas que deberías usar si tienes este tono se encuentran la perla dorada, el ópalo de fuego, el zafiro naranja, el citrino, el peridoto, la aguamarina o la turquesa.

Los metales que una persona con piel cálida debería usar son diferentes a los de una persona con piel fría, ya que estos harán que su piel se vea rojiza. Los metales con tonos marrones o amarillos funcionan mejor que los blancos o plateados para las personas con piel cálida. Los metales que mejor funcionan incluyen el oro amarillo, el latón, el cobre o el peltre.

Colores de cabello a juego

Cuando elijas aretes, un collar u otra pieza que irá cerca de tu cabello, es posible que también quieras considerar el color.

Si tu cabello es gris o blanco , los colores de gemas que mejor te convienen son el negro, el burdeos y el azul marino, tanto para tonos de piel cálidos como fríos. Algunos ejemplos serían los granates, el ónix y los zafiros más oscuros.

Quienes tienen cabello negro también lucen mejor con colores intensos y oscuros para ambos tonos de piel. Entre las piedras azules, verdes y moradas más llamativas se encuentran el zafiro, la esmeralda y la amatista.

Las morenas con tonos de piel fríos deberían optar por piedras negras, blancas, rosas y rojas, siendo la plata la mejor opción para el metal. Las morenas con tonos de piel cálidos deberían optar por tonos tierra como el rojo anaranjado, el verde o el marrón.

Las pelirrojas de todos los tonos pueden usar casi cualquier color; a veces, tanto los colores atrevidos como los neutros lucen bien en esas pocas afortunadas.

Las rubias cenizas suelen tener tonos de piel fríos, por lo que los rojos, rosas y morados les quedan mejor. Las rubias doradas también suelen tener tonos de piel fríos, aunque con el cálido tono dorado del cabello, algunos colores neutros también les favorecen. Una rubia dorada también puede usar un verde o azul más terroso.